
El presidente venezolano Nicolás Maduro sostuvo un contacto por teléfono con Donald Trump, luego de que el mandatario estadounidense reconociera el contacto ante periodistas durante un viaje en el Air Force One.
Trump se limitó a decir: “La respuesta es sí”, sin ofrecer más detalles sobre la conversación. “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”, añadió, mientras Washington mantiene un operativo antinarcóticos en el Caribe y acusa a Maduro de encabezar un cártel de la droga.
En medio de esta tensión, Maduro denunció una posible “agresión” militar y envió una carta a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pidiendo apoyo para frenar la amenaza. La misiva, leída por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, advierte que Estados Unidos busca “apoderarse de las mayores reservas petroleras del mundo”.
El documento señala que una acción desde el norte “pondría en grave peligro la estabilidad de la producción venezolana y del mercado energético internacional”.
El senador estadounidense Markwayne Mullin declaró que Washington ofreció a Maduro salir del país hacia Rusia u otra nación, aunque el líder venezolano respondió reafirmando su permanencia en el poder y asegurando que “Venezuela es invencible”.
En un acto con empresarios rusos, Maduro insistió en que el país atraviesa un momento de estabilidad y prometió “las mejores navidades que hayamos conocido”.
Trump, sin embargo, advirtió que el espacio aéreo venezolano “debería considerarse cerrado”, lo que llevó a la suspensión de vuelos y de un programa de repatriación desde Estados Unidos.
Ante esta situación, el gobierno venezolano anunció un plan especial para el retorno de connacionales varados en el exterior, garantizando que las operaciones aéreas continúan sin incidentes en el aeropuerto de Maiquetía.