La niñez colombiana enfrenta una crisis sin precedentes: el reclutamiento forzado por grupos armados ilegales ha escalado a niveles históricos. Así lo denunció el concejal bogotano Julián Sastoque, basado en las cifras oficiales de la Fiscalía, que reportan 2.949 menores víctimas de este flagelo entre 2017 y 2025.
El año 2024 se erige como el más dramático de este periodo, con 604 denuncias que destapan la magnitud de la emergencia. Este número no solo supera en un 43% el promedio de los últimos ocho años, sino que confirma una peligrosa aceleración, al mostrar un incremento del 23% con respecto al año anterior. Las estadísticas pintan un panorama desolador que refleja el control territorial que aún ejercen los actores armados.
La tragedia tiene rostro y lugar. Cauca, Nariño y Antioquia son los departamentos que concentran la mayor parte de los casos, con miles de familias atrapadas en el fuego cruzado. El miedo al reclutamiento ha devenido en un nuevo desplazamiento forzado, con comunidades enteras abandonando sus hogares en un intento desesperado por salvar a sus hijos de ser arrebatados por la violencia.
Desde la esfera política, Sastoque cargó contra el Gobierno de Gustavo Petro, señalando una “desatención” frente a la crisis humanitaria interna. El cabildante cuestionó la estrategia de “Paz Total”, argumentando que, en la práctica, ha significado impunidad para los victimarios y el abandono de las comunidades que más necesitan del Estado.