La crisis entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño estalló a un nuevo nivel después de que el presidente Donald Trump lanzara una serie de graves acusaciones y medidas económicas contra Colombia. A bordo del Air Force One, Trump confirmó que suspende toda la ayuda económica al país y se refirió al presidente colombiano como un “líder del narcotráfico” y un “lunático con muchos problemas mentales”.

Sus declaraciones siguieron la línea del senador Lindsey Graham, quien reveló que Trump impondrá aranceles a Colombia como castigo por su presunta complicidad con el narcotráfico. Graham fue más allá, afirmando que la estrategia busca “golpear el bolsillo de los colombianos” para presionar al gobierno.

El detonante de esta crisis fue la afirmación de Trump de que “Colombia está fuera de control” y que “no tienen lucha contra las drogas”. Como resultado directo, se espera que ya este lunes se hagan públicos los ajustes arancelarios para las exportaciones colombianas a EE.UU., una medida que, según fuentes diplomáticas, afectará el comercio bilateral, aunque aún no se definen los productos específicos.