Investigadores chinos reportan que el consumo frecuente de picante podría reducir hasta en un 15 % el riesgo de infarto cerebral isquémico.
Un nuevo estudio de gran escala realizado en Sichuan, China, sugiere que consumir comida picante con frecuencia podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La investigación, publicada a partir de datos del China Kadoorie Biobank en la ciudad de Pengzhou, analizó a 54.859 adultos de entre 30 y 79 años durante más de una década y encontró que quienes comen picante casi a diario presentan menores probabilidades de sufrir infartos y ciertos tipos de accidentes cerebrovasculares.

El trabajo incluyó un seguimiento promedio de 10 años, en el que se registraron 12.198 nuevos casos de enfermedades del corazón y del cerebro. La mayoría de los participantes (89,9 %) reportó consumir comida picante, y más de dos tercios lo hacía entre seis y siete días por semana. Los investigadores evaluaron no sólo la frecuencia, sino también el nivel de picante preferido, el tipo de alimentos picantes ingeridos y la edad a la que las personas comenzaron a consumirlos habitualmente.
Los resultados son contundentes: en comparación con quienes nunca o casi nunca comían picante, aquellos que lo hacían seis o siete veces por semana tenían un 11 % menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, un 14 % menos de riesgo de cardiopatía isquémica y un 12 % menos de riesgo de enfermedad cerebrovascular. El efecto protector fue aún más claro para el accidente cerebrovascular isquémico —provocado por la obstrucción de una arteria cerebral—, cuyo riesgo se redujo en un 15 %. Sin embargo, no se encontró asociación significativa con el accidente cerebrovascular hemorrágico.