Lo que para muchos es una costumbre de barrio podría costarle caro a los dueños de tiendas. En Bogotá, las autoridades advirtieron que los establecimientos donde se expendan bebidas alcohólicas y permitan la presencia de menores podrán ser sellados, conforme a la Ley 124 de 1994.

El caso más reciente se registró en el sector de Las Ferias, en Engativá, durante una megatoma de la Policía Metropolitana. En una de las tiendas inspeccionadas, los uniformados hallaron a un niño de 9 años sentado junto a su padre, mientras este y varios adultos consumían cerveza.

Los agentes interrumpieron la reunión, verificaron el estado del menor y solicitaron la presencia de la madre para trasladarlo a casa. Los padres debieron firmar un compromiso para no volver a exponer al niño a este tipo de situaciones.

La Secretaría de Seguridad informó que el local fue suspendido temporalmente por permitir el ingreso y permanencia del menor mientras los adultos ingerían alcohol. Las autoridades insistieron en que este tipo de comportamientos son sancionables y atentan contra la protección de los niños.

El llamado es claro: las tiendas que vendan licor deben evitar la presencia de menores, o de lo contrario podrían enfrentar el sellamiento del establecimiento y sanciones adicionales.